Intento de nombre chulo
Berlin no tiene un nombre chulo, suena y chirría al nombre de un famoso mago o a detergente en polvo.
Lo que tiene chulo son las personas, es el Ubahn y el Sbahn. El mercado de Navidad no es lo bonito, ni siquiera son los domingos al sol, el 4% de los días que hace sol, tampoco es chulo el precio del transporte público. Son los edificios soviéticos y las personas poco amigables en el trato lo que supongo que se echa de menos. No son los artistas ni siquiera los músicos que vienen a probar suerte, tampoco son los dulces ni las cervezas de medio litro baratas. No son los pakis, no son las familias jóvenes con madre francesa y padre alemán o madre alemana y padre americano.
Lo chulo es el patio de atrás, el carbón, la tienda de Blumen, los Bratwurst a pie de calle, los besos que repartí el día de más frío, mis botas de esquimal, el té negro, el supermercado Edeka, aprender a decir I habe nicht verstanden en el momento adecuado y el Käsekuchen o pastel de queso, un comodín para la felicidad.
Los alemanes ahorran, son muy ahorradores y previsores. Les gusta irse de vacaciones a la costa brava y tener un choche grande. Muy concienciados con el medio ambiente, reciclan todo lo posible. Son gente buena y educada. Alemania no tiene muchos recursos naturales y tiene que explotar y vender su conocimiento. Estudian y son buenos. A veces son poco espontáneos, pero me gustaría montar un negocio alemán de algo que aún tengo que pensar. Un negocio espectacular y que me catapulte al dólar o al marco o al euro o pf.. o a algo verde.
No creo que exista una web como la del Rincón del vago en versión alemana.
El wiener, cómo se come el wiener! Qué tonta. La salchicha alargada se come con las manos y se va mojando en la mostaza, el pan al lado, dabei, no a modo de bocadillo, nunca. Y he tardado mucho tiempo en darme cuenta.
Ahora me decanto por Bishkek en Kirgistan. Tú vienes de Bishkek. El tiempo se para y no existen los aviones.
Lo que tiene chulo son las personas, es el Ubahn y el Sbahn. El mercado de Navidad no es lo bonito, ni siquiera son los domingos al sol, el 4% de los días que hace sol, tampoco es chulo el precio del transporte público. Son los edificios soviéticos y las personas poco amigables en el trato lo que supongo que se echa de menos. No son los artistas ni siquiera los músicos que vienen a probar suerte, tampoco son los dulces ni las cervezas de medio litro baratas. No son los pakis, no son las familias jóvenes con madre francesa y padre alemán o madre alemana y padre americano.
Lo chulo es el patio de atrás, el carbón, la tienda de Blumen, los Bratwurst a pie de calle, los besos que repartí el día de más frío, mis botas de esquimal, el té negro, el supermercado Edeka, aprender a decir I habe nicht verstanden en el momento adecuado y el Käsekuchen o pastel de queso, un comodín para la felicidad.
Los alemanes ahorran, son muy ahorradores y previsores. Les gusta irse de vacaciones a la costa brava y tener un choche grande. Muy concienciados con el medio ambiente, reciclan todo lo posible. Son gente buena y educada. Alemania no tiene muchos recursos naturales y tiene que explotar y vender su conocimiento. Estudian y son buenos. A veces son poco espontáneos, pero me gustaría montar un negocio alemán de algo que aún tengo que pensar. Un negocio espectacular y que me catapulte al dólar o al marco o al euro o pf.. o a algo verde.
No creo que exista una web como la del Rincón del vago en versión alemana.
El wiener, cómo se come el wiener! Qué tonta. La salchicha alargada se come con las manos y se va mojando en la mostaza, el pan al lado, dabei, no a modo de bocadillo, nunca. Y he tardado mucho tiempo en darme cuenta.
Ahora me decanto por Bishkek en Kirgistan. Tú vienes de Bishkek. El tiempo se para y no existen los aviones.
1 comment:
potser algun dia tornes a Berlin per casarte i tenir fills rossos. Qui sap?
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