Un año vorbei

Krista fue mi primera profesora. Llevaba un moño a lo señorita Rotenmeyer. Unos ojos saltones y un atuendo muy señorial. Le encantaba ser sarcástica con el chico turco de la clase que decía que no podía ni acercarse a la cocina ni limpiar. Entonces ella le adjudicaba los ejemplos del libro que siempre trataban sobre las tareas del hogar, para que los leyera en voz alta. Aunque hiciera 30 grados ella iba con chaquetita de lana de color azul marino. Decía que era dueña de una galería de arte en el interior del país y que su novio vivía lejos.

Evelyn fue mi segunda profesora. Su marido era peruano y hablaba castellano con fluidez. Le gustaba tener un apellido muy largo porque su familia era de un sitio con los apellidos muy largos. Llevaba siempre un solo pendiente muy largo, era rubia y llevaba flequillo, bastante largo. Yo era su favorita y a mi me encantaba ser la favorita. El segundo favorito era un australiano. Le gustaba saber nuestra vida y se pintaba los labios de rojo. No sabía interrumpir a los alumnos cuando se equivocaban y cuando decían una barbaridad entonces era muy cauta.



Tanja fue mi tercera profesora. Su hermano tenía una banda de rock y nos dijo que una vez vivió en un apartamento en el que el lavabo estaba afuera y debía compartirlo. Llevaba unos zapatos que sonaban mucho y cuando yo estaba dentro del baño, la escuchaba llegar y sabía que ella estaba delante del espejo para ponerse bien el pelo antes de entrar a clase. Nos puso una película que hablaba de un hombre que se apellida Lehmans. Le encantaba dar clases y era muy positiva, nos recomendaba sitios para ver y para comer, además cada fin de semana nos invitaba a un sarao diferente y yo no entiendo por qué no fui a ninguno.

Bernt fue mi cuarto profesor. Tan lento, tan príncipe de Beckelair. No hablaba de su vida, solamente sé que tiene que coger un vuelo muy pronto, que bebe muchos cafés y que no puede estar tomando ese café en un bar en el que no haya un periódico. Le encanta hablar castellano y catalán y hacer las z cuando deberían sonar s. Antes trabajaba en una universidad o eso me han dicho y le he pillado in fraganti muchas veces leyendo el Sport.